Todo comenzó el día en que un camión se detuvo a las puertas de la escuela de ballet.

Un hombre gordo vistiendo una camisa que dejaba ver unos músculos de luchador de película barata y una panza de buen bebedor de cervezas, descendió del camión. Con toda calma rebuscó entre sus bolsillos,sacó un papel, lo miró detenidamente, se rascó la nuca como tratando de encontrar un significado a lo allí escrito; luego miró hacia la puerta de la escuela., entrecerró los ojos y balbuceó-“.bbba le let.”. Dobló el papel en dos partes y lentamente se lo metió de vuelta al bolsillo.

Lo había hecho muchas veces.Tenia que estar seguro de la dirección antes de desembarcar la mercadería.

Para otros ésto no tomaba tiempo,pero para él sí. No es fácil cuando las letras y los números se mezclan y danzan antes los ojos haciendo imposible darles un sentido.

Con la mirada clavada en el asfalto, se encaminó hacia la puerta trasera del vehículo.Se secó la transpiración que había comenzado a rodar por sus regordetas mejillas y se quedó mirando a lo largo de la calle.

Respiró hondo,luego metió una mano al bolsillo y un viejo cigarrillo apareció entre sus dedos .Lo agarró entre los labios, sin prenderlo. (Estaba tratando de dejar de fumar).Sacudió la cabeza..

El olor de un viejo cigarrillo era mejor que nada

Qué ganas tenía de fumarse un pitillo!.Guardó su usado cigarrillo de vuelta en el bolsillo y se decidió a apretar el botón que abría la puerta trasera que encerraba la carga

Ruuuun! La puerta bajó lentamente, como inspirada en el ritmo del gordo.

Con el esfuerzo que requería quebrar la inercia de sus tantos kilos, se encaramó sobre la rampa con un leve quejido.”-Yaah!”

Miró la escritura de una de las cajas. Acarició las letras como diciendo,”Quedense allí, y no se muevan “.y

apuntando con su índice leyó articulando:“Za pa tos de ba llet” ( Había una foto de ellos como ayuda).

Alzó la caja entre sus musculosos brazos,como si fuera de plumas,y se encaminó lenta y rítmicamente hacia la puerta de la escuela.

Una mujer vieja y huesuda, con actitud de ama de llaves le miró preguntando.

-Si?

-“Una caja con zapatos “.-respondió.”Tiene que firmar aquí”.- Dejó la caja sobre la entrada de la puerta y le extendió un arrugado papel. Ella,sin decir una palabra, firmó y le devolvió el papel.

El gordo alzó la vista.La miró por primera vez a los ojos y haciendo un gesto de reverencia con sus regordetas manos sonrió diciendo “Gracias”

La mujer empujó la caja y cerró la puerta tras de sí sin ningún comentario.

El Gordo sacudió la cabeza,dió media vuelta y con el mismo ritmo con que llegó hasta la puerta , se alejó de ella, para dirigirse al camión.

LA ESCUELA DE BALLET.

Dentro de la escuela, era otro mundo.

Risas de niños,carreras por los pasillos...

El sonar de un viejo y destemplado piano le daba a la escuela una dimensión burbujeante de vida.

“¡Llegaron los zapatos!”- Gritó la vieja dama que de pronto pareció mucho más joven que cuando

se mostró en la puerta. Su cara se había abierto con una sonrisa que marcaba las arrugas de su cara con un aire de frescura

-“ Los zapatos!”,Repitió.-“Vengan,niñas, vengan.Los zapatos!”

Gritos de entusiasmo!

La pequeñas del primer grupo volaron hacia la caja, luego danzando con pequeños saltitos lo hicieron las del segundo junto a la pianista que abría sus brazos con gestos de cisne.

Todo terminó en un círculo expectante alrededor de la caja

Primero,una capa de plástico y pelotas aislantes;luego unos papeles de envoltura y,por fin,hizo su aparición el primer par de zapatitos;diminutos y rosados como una criatura recién nacida.

Gritos y aplausos.

“Que lindos!Ese es para mi!”-suspiró una chica.

Paciencia!

No, no, es mío,replicó otra tratando de tomarlos entre sus deditos.

-“ Suelte,niña,suelte.”Nadie toca nada hasta que yo diga”-.ordenó,un poco más seria,la maestra. “Entendido?”

“Si,señora”-repitieron en coro las pequeñas.

Y así fueron apareciendo uno a uno los zapatitos, de distintos tamaños y colores:

. Blancos, azules rojos y rosados. Y a cada aparición seguían gritos contenidos de admiración.

“Oh, Dios....Mire ese.”

.”.Qué lindo..”

“Y ese otro!”-.apuntó una rubiecita,que se apuró en esconder su dedo tras la espalda; y, mordiéndose el labio inferior, sonrió, tímidamente, a la maestra.

Una niña se imaginó tenerlos puestos y comenzó a danzar pasitos tarareando una melodía de El lago de los Cisnes.

“La..la,la la,la ,la”

De pronto, silencio. Estupefacción. El rostro de la maestra se arrugó creando una máscara de pregunta.

Sus ojos se agrandaron, los ojos de las niñas también.

Muchas manos se juntaron sobre los pechos, con dedos crispados por la visión.

Quéeeee? Qué es esto?!-gruñió la mujer.

Un par de zapatitos de cuero negro, duros y tiesos,con un par de suelas también duras como de madera aparecieron entre los zapatos de ballet.

Haciendo una tenaza con sus esqueléticos dedos cogió la maestra el par de zapatitos negros y los alzó en el aire. La nariz respingada y la boca chueca.

-“Esto no son zapatos de ballet!”

Dijo con una voz que sonó como el ronronear de un gato.

Sonó tan cómico que las niñas no pudieron contener la risa y un coro de carcajadas inundó el salón

-“Seguro que se cayeron en la caja cuando estaban empaquetando”-Razonó la pianista

-“Si, porque los otros están todos”-.Aseguró la maestra

-“Ya, seguro que es una equivocación”.-comentaron todos en coro.

-¡Oh, Dios, que zapatos más feos”-.Rió una niña del segundo, y todos rieron con ella.

-“Bueno. Basta por hoy. Ya se ha hecho tarde”.-Cortó la vieja dama y agregó-

“ Mañana usaremos la primera hora de clase para repartir los zapatos. Mientras tanto los vamos a dejar así como están”

Camino a la puerta, se detuvo y alzando la voz agregó-“ Y no se olviden de contarles a sus padres que los zapatos ya llegaron y que el pago debe estar en caja esta semana a más tardar”.

Si, señora, respondieron en coro las bailarinas.

-“Hasta mañana,niñas”-Terminó

“Hasta mañana,señora”-repitieron en coro las pequeñas.

La última luz del edificio se apagó y un golpe seco marcó el cerrar de la puerta tras la pianista que también era la encargada de abrir y cerrar la escuela.

EL BAILE

La luna era grande y clara.

A través de la ventana de la sala de ensayos caía como una cortina de luz dando al salón una atmósfera de fantasía.

De pronto ...Unos ruidos contenido de risitas...

Al poco tiempo sonaron unos trotecitos en el pasillo y luego... dos zapatitos de ballet , de distintos tamaños,cruzaron la escena, juguetones.

“Cuidado, no te vayas a ensuciar.” -Advirtió la mayor

“Uy que grande es todo! Es aquí donde vamos a vivir?”-preguntó la pequeña, que era de color rosado y por eso se hacia llamar “Rosita”

“Si, creo yo.. Por lo menos es aquí donde vamos a bailar.contestó “Blanca”,que así si había puesto por nombre, la mayor.y, diciendo esto,saltó al aire imitando una pirueta de bailarina rusa.

Desgraciadamente no pudo mantener el equilibrio y plum! se cayó al suelo..

-“No es tan fácil como parece”-.rió.

“Probamos de nuevo?-Preguntó “Rosita”

“Ya!”

Y empezaron a rotar como un carrusel...

En la puerta del pasillo aparecieron dos caritas de zapatitos azules.

-“Qué hacéis?”,preguntaron.

“Jugamos”-contestó “Blanca”

“No. Bailamos!” corrigió la menor, haciendo una pirueta.

“Y es por eso que despertáis a toda la casa?”

“Como podéis dormir?”- suspiró “Blanca”-“Es la primera noche que pasamos aquí.. Mañana nos van a repartir y quien sabe quien nos va a tocar.”

“Cómo podéis dormir”-repitió la pequeña-y continuó:

“Vengan. Juguemos a danzar.”

Un, dos tres chassé..un dos tres chassé..

-“Que ruido hacéis qué pasa?”-gritaron otros zapatitos que se habían despertado.

“No pasa nada, vengan a jugar”

A los pocos minutos estaban todos los zapatitos de ballet danzando en fila. Un dos tres chassé.

De pronto, un par de caritas negras sonrieron detrás de una cortina.

“Nosotros pambien jugal”.dijon los zapatitos de cuero negro Y sin esperar respuesta se metieron a la fila.de las danzarinas.

Polon plolomplopon..Resonaron en el salón las suelas duras como de madera al golpearse contra el suelo fino de la escuela..

No,no-protestaron los zapatitos de ballet-Tienen que llevar el ritmo:”Un dos tres chassé”.

“Polom,polom cassé”- probó el zapatito derecho con tan mala suerte que terminó chocando con Rosita.

“Ay!! Me pisó!”-Gritó la bailarina y comenzó a llorar.. Buaaa!

“Qué tonto, eres!”- Suspiró Blanca

-“Si, qué tonto”-Repitieron en coro los otros zapatitos, imitando a las niñas de la escuela.

-“No fue culpa mía”-, trató de explicar el zapatitos de cuero.

“Fuera!”-Gritó Blanca empujando a los zapatitos de cuero negro.“Vuelvan a la caja y quédense allí.que mañana los van a echar a la basura, porque ustedes no sirven para nada.”-Terminó.

“Fuera, fuera!”-Bombardearon los zapatos,y comenzaron a avanzar amenazantes.

Los zapatitos negros,ante la idea de recibir una paliza colectiva,se echaron a correr hacia la caja.Allí se escondieron entre los plásticos y aislantes.

Con sus ojos de cuero llenos de lágrimas esperaron a que las amenazas se alejaran de sus orejas negras.

Al poco rato se volvieron a escuchar en el salón las risas de los otros zapatos que tarareaban una melodía al ritmo de un dos tres chassé.

Los zapatitos negros, escondidos detrás de la caja,no acababa de entender por qué no querían bailar con ellos.

Fué al día siguiente que comprendieron el por qué.

QUIÉN SI, QUIÉN NO.

A la mañana siguiente la profesora reunió a las niña en el salón de baile y con un aire muy pedagógico les dijo:

“Un gran sentido de la música, una sensibilidad de interpretación y una gracia profunda en los movimientos”...Se detuvo un momento como recordando las palabras, y continuó-“.y sobre todo, y aunque parezca mentira, una robustez en los músculos mejor que un atleta. Eso hará de Uds. unas bailarinas de ballet. Estas zapatillas que van a recibir hoy y que vuestros padres, algunos con mucho sacrificio, han comprado, son un instrumento, solo un instrumento, recalcó, para vuestro trabajo”-

Dicho esto y sin más comentarios comenzó la entrega de los zapatitos de ballet:

Matilde Echeverría?

Aquí, señora.

Tenga.

Gracias señora.

Julia Perezcopato?

Aquí, señora

Tenga

Gracias, señora

Y así una a una, las pequeñas de primero recibieron sus esperados zapatos. Luego, fue el turno de las del segundo....y al fin de la ceremonia.

Zunilda Zaragoza?

Si señora

Ya, m`hijita.Eres la última, pero ya tienes tus zapatitos que te harán una gran danzarina, terminó acariciándole la mejilla

Gracias señora,sonrió a su vez la niña y se inclinó marcando levemente una reverencia.

Zunilda era siempre la última, por culpa de su apellido, “z” pero todas sabían que era ella la preferida de la maestra

Y a lo mejor fue por eso que Zunilda se permitió preguntar:

“Señora, y los zapatitos de cuero?”

Los zapatos de cuero, qué?” pregunto a su vez la maestra.

“No nada”, dijo la niña sonrojándose al notar que todas las alumnas la miraban.

“Perdón, Señora”.,murmuró.

La maestra,al ver que había puesto a su preferida en una situación vergonzosa,rompió en una carcajada

“Ya, perdona m`hijita. Es que no te entendí. Claro que tienes toda la razón en preguntar.

Qué vamos a hacer con los zapatitos feos?”

La niña la miró desconcertada.

La vieja dama, le acarició las cara.Acto seguido cogió el par de zapatos de cuero en sus largos dedos, tal como lo había hecho el día anterior,y se dirigió a las pequeñas.

“Díganme, niñas. Qué hacemos con este par de zapatos? Y continuó: “Puede un par de zapatos ,como estos, sin ninguna forma de flexibilidad, sin ninguna gracia,y para más remate negros.Puede un par de zapatos como estos,repitió, ser usados por una bailarina de ballet?”

“No. Señora,contestaron las alumnas en coro

No!. No?. Por su puesto que no,repitió dirigiendo su mira a Zunilda y continuó:.Zapatos tan duros solo dañarían vuestros tiernos piecesitos.

Y con un democrático impulso,para demostrarle a las niñas lo “importante” que había sido la pregunta de su preferida.:Sentenció; Vamos a votar.

Que vamos a hacer con estos zapatos.? Vengan, vengan. Vuestras suposiciones..Queremos escuchar vuestras “proposiciones”,corrigió.

Una chica del segundo empezó la discusión diciendo. “Yo creo que no hay que perder el tiempo, si nadie los quiere y si no se puede bailar con ellos los echamos a la basura y listo”.

Ya,porque no es culpa nuestra que el señor del camión se haya equivocado y nos haya traído un par de zapatos..equivocados” Afirmó la dueña de Blanquita.

Y si el señor se hubiera equivocado con nosotras..susurró Zunilda,la “preferida de la maestra”tímidamente,..

“Que dices, mi linda, preguntó la maestra.

No nada,señora se interrumpió, como frenado sus pensamientos.

Vamos, dínos, qué piensas?

“Yo, no, bueno”trató de balbucear la niña bajando la mirada mientras sus mejillas se sonrojaban ante el temor de encontrarse con la mirada inquisitiva de las otras bailarinas.

Si?La estimuló la maestra, Sigue..

“Es que.yo pensé... Si el señor del camión se hubiera equivocado con nuestros zapatitos y los hubiera entregado en otra dirección..”

“Ya,”- Saltó una de las nuevas del grupo que era muy vivaracha. “Entonces serian nuestras zapatillas las que hubieran terminado en la basura como queréis hacer con los zapatos de cuero duro.Eso, seria injusto, creo yo.Terminó abriendo sus brazos como preguntando.

Linda la miró a los ojos y sonrió agradecida por la ayuda.Por lo menos habían dos que tenían el mismo pensamiento. Dos?

Por su puesto que no. Tres! Porque la maestra no podía votar en contra de su preferida-No, en absoluto.

“Hagamos lo siguiente”, propuso Salomónica la vieja dama cortando toda posibilidad de nuevos comentarios.

-“No echaremos los zapatitos a la basura,no. Seria injusto, claro, pero tampoco los podemos dejar aquí porque no pueden bailar nuestras danzas, entonces , creo yo que..Y antes que la mujer pudiera continuar con su proposición, una de las chicas que no había entendido nada de nada. interrumpió el discurso

-“Es que vamos a hacer una danza para los zapatitos negros?”, preguntó sonriente

Primero un silencio se produjo en todo el local, luego unas miradas se cruzaron entre unas y otras, con la velocidad de un rayo.

Unas peques se llevaron las manitos a la boca y.de repente..

El salón estalló en una carcajada general.

Unas niñas se golpeaban la panza mientras reían a más no poder. Otras se apoyaban entre si , cabeza contra cabeza, mientras las lágrimas les saltaban de los ojos

.Unas golpeaban sus manitos sobre su frente como diciendo” qué tontería más grande!”

La vieja maestra no pudo enojarse por la interrupción y se plegó también al concierto de carcajadas..La pianista,al ver la reacción de su jefa y llevada por ese caos, cogió los zapatitos negros y se puso a golpear sobre el piano..

Plon PloPm Plim

plom plim plon

.Baila baila zato, zapato,

baila baila.duro canguro.

hop hop hop.

La chica que había hecho la pregunta,seguía sin entender por qué había causado tanto alboroto, sin embargo también rió,con una risita vacía,mirando de un lado a otro como buscando una explicación.

Al final se decidió dejar los zapatitos de cuero duro, a las puertas de la escuela por si hubiera alguien, que al pasar,se interesara en ellos y se los llevara.

Así por lo menos nadie tendría la culpa de lo que les sucediera

Fue, Zunilda, la preferida de la maestra ,la que tuvo “el honor “de llevarlos fuera, mientras el resto de la escuela retomó sus ejercicios de danza.

Linda salió con los zapatitos.Miró a su alrededor para encontrar un lugar donde dejarlos.

Una gran ventana daba al jardín.Si ella dejara los zapatitos allí,pensó,podría verlos desde el salón de baile,y,además,estarían un poco mejor protegidos de la lluvia..si le diera por llover, aunque era verano.Y si alguien viniera a buscarlos, bueno seria ver quien fuera.. Todos estos pensamientos revoloteaban en su cabeza porque de una u otra manera ella sentía que la decisión que se había tomado no era la mejor.

Acarició los zapatitos y les dijo.”Espero que alguien venga pronto ,y.”.

No pudo continuar..Todas las niñas del ballet la estaban mirando desde el otro lado de los vidrios de la ventana..

Zunilda se apuró en colocarlos en la ventana y regresó hacia la entrada.Antes de cerrar la puerta miró una última vez al par de zapatitos que uno al lado del otro también la miraban con sus ojos de cuero triste.

El zapatito izquierdo vió que en los ojos del zapatito derecho había aparecido un lágrima y se apuro en secarla-“No seas tonto” dijo, dándole un empujón “ no es su culpa. Ella sólo hace lo que la maestra manda”

“Vieja tonta!murmuró el zapatito derecho mirando dentro del salón donde la profesora marcaba unos movimientos de baile.y continuó amenazante-“Si yo fuera grande le habría dado una patada en el po..”

“Cuidado no vayas a patear los vidrios” Interrumpió su hermano.

“EH! Uds. Qué hacéis allá arriba, no sabéis que está prohibido espiar a las niñas mientras bailan?Bajaros de una vez, ordenó una voz castiza .

Los zapatitos miraron sorprendidos . “Quien habla? Pregunto el derecho. Donde está?, siguió el izquierdo.moviendo su cabeza de uno y otro lado.

“Bajo el manzano.

Los zapatitos miraron en esa dirección y allí vieron un par de viejas botas de jardinero recostadas sobre el pasto bajo un árbol.

Cómo os habéis encaramado allí?Preguntaron.Vamos, bajad.

Cómo? Preguntó el zapatito derecho.

“Así como os habéis subido, Jodé”replicaron las bota de jardinero.

“Es que nosotros no hemos subido..una niña fué la que nos dejó aquí. Explicaron los zapatitos negros.

Es igual, Salten, vuelen o hagan como quieran, pero bajen.” Ordenó el castizo.

Volar no podemos..

Entonces SALTEN!!Cortaron las botas que ya habían perdido la paciencia.

Y sin pensarlo dos veces los zapatitos se lanzaron al aire.

Plum pon! Ahuuu!No tenía idea que era tan alto” Se quejó uno de ellos, mientras se sobaba la suela.

“Menos mal que yo caí sobre blando”, dijo el hermano Izquierdo

Carajo!. Gruñieron las botas de jardinero. “Si habéis caído sobre un mojón de perro!!Ahora vas a oler a padre y señor!

Huy, Tenemos que limpiarte, constató el derecho.

Vengan,allí tengo la manguera de agua.Vamos a tener que darte un buen remojón para sacar todo ese olor”.Diciendo esto, las botas de jardinero se apresuraron hacia el otro sector del jardín donde estaba la manguera de agua.

Colocaron al zapatito sucio contra la pared y soltaron el chorro.

“Está helada” grito el izquierdo.dando pequeños saltos "a la patita coja".

Ja,ja, rieron las botas al ver al chico dando tan cómicos saltos.

El hermano derecho tampoco pudo aguantar la risa.

“Ríanse, no más. Pero si fueran Uds. los que estuvieran mojados...”y diciendo este se abalanzó sobre la manguera y lanzó un chorro de agua contra los que se reían de él.

“Qué frescura la tuya. Ahora vas a ver”Dijeron las botas y se lanzaron a la lucha por ganar la manguera.Los dos zapatitos y las botas de jardinero se dieron un tremendo combate de agua entre risas y empujones.

Al final terminaron todos tirados y empapados en un charco riendo a carcajadas..

AH! Hace tiempo que no nos dábamos este gusto dijeron las botas de jardinero.Cuando eramos unos peques, así como Uds. jugábamos siempre con unas amigas chancletas durante el verano. Y me van a creer, cada ver que estábamos cerca de una manguera,nos agarrábamos en un combate de agua.

Es divertido afirmaron los zapatitos de cuero, nosotros nunca habíamos jugado así.

Ya, mucho es lo que tenéis que aprender. Todabía sois pequeños. Cómo os llamáis?

Yo, izquierdo

Y yo derecho.

Eso no es un nombre, Jodé!.Nosotros también somos izquierdo y derecho, todos los zapatos son así, pero nuestro nombre es Marina.Nos lo puso nuestro dueño porque nos compró en una tienda cerca del mar...de allí..Mar..ina.

Nosotros no hemos tenido dueño todabía.Dijeron los zapatitos de cuero negro......

Y no habéis pensado quien os gustaría como tal? Interrumpieron las botas de jardinero.

A mi me hubiera gustado tener una de las niñas del ballet..Dijo el izquierdo.

Ya, pero allí nadie nos quiere,agregó el derecho,y es que no podemos bailar.

Cómo eso? preguntaron las botas

Es por eso que nos echaron fuera,porque no podemos bailar.Explicó el derecho.

Dicen que somos muy duros y tiesos.suspiró el izquierdo.

Que cabronada es esa? Todo el mundo puede bailar.! Algunos mejores que otros, pero todos pueden bailar. Solo los muertos no bailan.

Los muertos? Preguntaron los zapatitos.

Miren.-Dijo la bota derecha, poniéndose de pié. Puedo yo bailar? Claro que puedo, mis amigas chancletas y nosotras bailábamos siempre.Claro que nosotras eramos mejor que ellas para llevar el ritmo, pero bailábamos.Y como prueba de lo dicho,se lanzaron las dos botas de jardinero en una desbocada combinación de saltos y piruetas mientras cantaban..

La música en los oídos

En la boca la canción

Los ojos en tu pareja

Y el ritmo en el corazón.

Los zapatitos de cuero negro las miraban atónitos. Ellos no habían visto ninguna niña de la escuela saltar y darse vueltas en el aire de manera tan loca.

Como se llama ese baile, preguntaron .

Cómo se llama? Qué se yo. No tiene nombre. nosotras bailamos como nos salga. Lo importante es que bailamos.Respondió la bota derecha.

Es bien cómico ese baile, dijo el zapatito izquierdo, a mi me gustaría aprenderlo, si es que puedo.

Cómico? Por lo menos nosotras nos sentimos bien bailando.Se apresuraron en defenderse las botas.llenando sus pulmones de goma con un suspiro de aire fresco.

Nos lo quieren enseñar?.Preguntaron los zapatitos, interesados.

Enseñar? Acaso tengo cara de maestra? Contestó la bota derecha con un gesto aristocrático

“.En fin, se hará lo que se pueda..

“Primero..

Primero que?Preguntaron los zapatitos expectantes.

Primero... repitieron las botas tratando de encontrar una teoría...primero....primero..Quien sabe...Primero hay que tener ganas de bailar, creo yo,dijo la bota izquierda mirando de reojos a su hermana.. y luego... bailar..Ya listo.No es dificíl. Diciendo esto se lanzaron en otro torbellino de saltos.

Los zapatitos, rieron desconcertados, luego el izquierdo se alzó al aire tratando de imitar a las botas,mientras el derecho trataba de probar una pirueta. Ambos terminaron estrepitosamente sobre el lodo.

Bravo!Olé, Gritaron las botas..Sigan sigan..Vais muy bien.

Mientras las botas y los zapatitos saltaban y brincaban, cada uno con su propio estilo, en medio de un alboroto de gritos y carcajadas, unas miradas de niñas bailarinas los observaban extrañadas desde el otro lado de la ventana de la escuela de ballet.

Y asi pasó algún tiempo.

Durante el día, mientras las botas de jardinero estaban ocupadas en su trabajo, los zapatitos se escondían bajo un arbusto y esperaban que sus amigas terminaran el oficio, para luego jugar a saltar y a dar volteretas. De vez en cuando se daban un combate de agua con la manguera y luego se tendían a secarse al sol.

Un día, mientras descansaban de sus juegos, la bota derecha , miró detenidamente a sus amigas y les dijo:

“Yo creo que uno de estos días os tenéis que ir a recorrer el mundo y ver si encontráis un dueño que os enseñe un oficio.

Es cierto” afirmo la bota izquierda apoyando a su hermana y continuó “No podéis seguir así, sin aprender nada de nada.”

Nosotros hemos aprendido a bailar como Uds, replicaron los zapatitos negros.

“Eso no es un oficio, jodé.”

“Qué es un oficio?”, preguntó el zapatito izquierdo.

”Trabajar en el jardín como Uds. es un oficio.?Agregó el derecho.

“Si sois lo bastante buenos para que os paguen por eso. Si no es solo un entretenimiento, un hobby como lo llaman.”Fué la respuesta de las botas .

“Un hobby? Como los combates de agua, con la manguera?” Preguntó el zapatito derecho.

“Eso es un juego!” Respondieron las botas,casi resignadas ante la ignorancia de los zapatitos.

“Nosotros no somos buenos para nada”, comentó el derecho.

“Ni para bailar,” agregó el izquierdo.

“Es por eso que tenéis que buscaros un dueño, para que os enseñe.” Insistieron ,impacientes, las botas de jardinero.

El zapatito derecho guardó una pausa, y luego mirando la ventana de la sala de bailes ,razonó“Si nos buscamos alguien que nos enseñe a bailar, y si nos hacemos tan buenos que nos quieran pagar por eso...Eso seria un oficio!

A callar, ya no queremos hablar más de esto. Uds piensan solo en bailar! terminaron, cansadas, las botas de jardinero.y se recostaron a la sombra del manzano para dormir la siesta.

A la mañana siguiente mientras esperan que las botas de jardinero hicieran una pausa en su trabajo,escucharon , los zapatitos negros, una música que venía desde la calle.

“Qué es eso?” Pregunto el izquierdo.

“No sé. Por lo menos eso no es nada de lo que tocan en el piano de la escuela”.Comentó el zapatito derecho un poco confundido.

“Vamos a ver qué es,” propuso el izquierdo.

“Ya, vamos.” Y se lanzaron a la calle desde donde venia la música.

Los zapatitos no eran los únicos que estaban interesados en mirar. A lo largo de la calle muchos zapatos se habían agrupado para ver el espectáculo.

Un grupo de hombres con uniformes, alineados en fila, estaban muy tiesos, con el pecho en alto y una carabina al costado. Miraban al frente muy serios.

A la de-....ré, Gritó un soldado gordo,que en vez de carabina tenia un cuchillo a su lado.

A la voz del gordiflón,todos los soldados,con un solo movimiento se volvieron a la derecha, como robots.

A la cabeza de la fila estaban otros soldados que no tenían carabina sino un bombo, una corneta, unos pitos y otros instrumentos, cuyos nombres no conozco. Ellos no estaban tan tiesos como los otros.

“A la izzzz..quier” Gritó el gordo.

Y los soldados, como robots se volvieron a la izquierda.

“Son tan tiesos como nosotros” Comentó el zapatito derecho,apuntando a los zapatos de los soldados

“Es cierto”. Constató el hermano derecho. Y agregó.” Se parecen a nosotros”.

“Tienes razón” Dijo el izquierdo.

“Presentennnnnn Arm.” Grito una vez más el gordo.

Y todos los soldados tomaron sus carabinas y las alzaron delante de sus caras.

“Ay, qué cómico” Alcanzó a comentar el izquierdo, antes que la orquesta empezara a tocar una marcha, que tenia un ritmo que los zapatitos no habían escuchado antes.

Tatata chin

Tatun tatunm

Tatatachin tatun tan tun

Un soldado tenia entre sus manos unos tremendos platos de metal y los golpeaba,los unos contra los otros provocando un ruido que se sentía hasta en el estómago.

El soldado gordo empezó a tirar patadas al aire mientras caminaba de un lado a otro de la fila.Su panza llevaba el mismo ritmo que los cachetes de la cara, que,bajo el sol de esa mañana ,estaban llenos de gotas de agua como si recién hubieran terminado un combate con la manguera.

“A lo mejor ese es el oficio que tenemos que aprender” Dijo el zapatito izquierdo tratando de llevar el ritmo de la música.

“Por lo menos no es difícil de seguir”.Comentó el izquierdo..”un dos tres....pun pun pun...”Marcó mientras golpeaba el asfalto con su suela dura.

Al lado de los zapatitos negros, un par de pantuflas de pensionado los miraban de.reojo mientras seguían cada uno de sus cometários.

“Perdonarme la interrupción” Les dijo con una voz seca y un poco temblorosa.”La curiosidad es a veces más grande que ...”

“Buenos días” gritaron los zapatitos para hacerse escuchar..

“Buenos” Contestaron las pantuflas.Y continuaron: “ Si están interesados en tomar ese oficio, tienen que enrolarse en las filas del ejercito.”

“Como así?” Preguntó el zapatito izquierdo.

“Hay que inscribirse en una lista y luego aprender los ejercicios”.

“No es muy difícil”Comentó el derecho. “A la iz..quierd..da..”

“Ya! Si fuera sólo eso! Rió una de las pantuflas.y agregó orgullosa “ Nuestro dueño ha sido coronel.del ejercito de la patria.”

Coronel?

“Si, Uno de los que manda más “.Comentaron explicativas las pantuflas.”Desgraciadamente, continuaron, una bala le pegó en la pierna y tuvo que retirarse.”

Una bala? Repitieron los zapatitos.

La vida de soldado no es sólo marchar, también es combatir.

“Combatir?Eso si que hemos probado”. Comentaron los zapatitos.

“Han Uds. estado en combate? “Preguntaron extrañadas las pantuflas.

“Si, y siempre hemos terminado mojadas como patos pero nos encanta el agua..Explicó el izquierdo.

“Claro que nunca nos ha tocado una bala, como al coronel”.Se apresuró en agregar el derecho.

“Han Uds. combatido en la marina.?”

“Si,con la Marina” .Sonrieron los zapatitos al constatar que las pantuflas también conocían a sus amigas de juego. “Es lo mejor de lo mejor.Agregaron.

“Es que Uds no han estado en el ejercito, eso si que es lo mejor de lo mejor”Contra atacaron las pantuflas.

“Mejor?”

“Si,Es la pura verdad. Tienen que probarlo para comprenderlo”Dijeron las pantuflas como conclusión.

“A La de...ré” Se escuchó decir al gordo,que continuó. “De frente... MARCHHHHHHH.”

Ya nadie pudo seguir la conversación..La banda había reiniciado la marcha, y los soldados, siempre en fila avanzaban por la calle a un mismo ritmo.

“Este baile,es algo que nosotros podemos aprender”Pensó el zapatito derecho. Luego miró a su hermano y le dijo.“Vamos,les seguiremos, asi podremos encontrar el ejercito para inscribirnos”.

Los dos zapatitos saludaron con una reverencia a las pantuflas de coronel, y se alejaron detrás de las filas de los soldados tratando de llevar el ritmo del tambor mayor.

servido por marcio sin comentarios compártelo favorito

11 Enero 2009

En el ejercito

En el cuartel general del ejercito,los zapatitos no encontraron nada que se pareciera a una sala de

baile.Los cuatro galpones que formaban el edificio estaban llenos de camas, unas arriba de las otras,como un edificio de cuatro pisos. Las camas eran estrechas y duras.

Una pequeña luz iluminaba pobremente el escenario y un olor a madera y petroleo dominaba el ambiente.

Sin embargo todo parecía, a pesar del olor a aceite, limpio y en orden. Un orden perfecto.Todas las camas eran idénticas,tan idénticas que los zapatitos no pudieron dejar de pensar que alguno se pudiera equivocar y ocupar la cama del vecino.

Los zapatitos recorrieron todos los galpones con camas y otros en los que habían unas inmensas máquinas que , como las camas, estaban alineadas y en orden.

Finalmente llegaron a un galpón donde había un cartelón que decía algo así como “ “Depósito”

Miraron a uno y otro lado para orientarse y luego entraron cruzando una puerta grande y limpia.

Uniformes alineados; camisas blancas y verdes ordenadas sobre una repisa; correas colgadas una al lado de la otra sobre una barra,y en un rincón,una caja grande,enorme,en donde un letrero decía,”Zapatos para reparación y desecho” Los zapatitos se encaramaron como pudieron y miraron dentro de la caja. Estaba llena de zapatos viejos. Eran botas que habían cumplido su servicio y ahora sólo esperaban allí para ser destruidas o enviadas las poblaciones de gente pobre para que ellas las volvieran a usar durante un tiempo.Porque zapatos de esa calidad eran muy apetecidos por todo el mundo, sobre todo por aquellos que no tenían medios para pagarse unos nuevos.

Por qué no están alineados o en fila como todo lo demás? Preguntaron los zapatitos.

Somos pensionados, respondió uno con cara de no buenos amigos.Aquí estamos descansando y esperando el fin de nuestros días. Muy interesante como pueden ver! Agregó uno de los zapatos viejos.

Y por que no están en fila, insistió el zapatito derecho.

No, ya no más de toda esa disciplina, Dijo otro.

Si, ya hemos tenido suficiente de todo eso.

Ahora hacemos lo que nos da la gana .Si juntamos polvo, nadie nos limpia,y a nadie le interesa.

Y a nosotros tampoco.Comentó un camarada.

Ja ja ja, rieron los otros pensionados.

No más golpearse taco con taco.Para estar firmes.

Ahora ni firmes ni tacos...Ja ja ja rieron de nuevo

Yo ando con un dolor al costado de las tantas veces que el idiota de mi dueño no acertaba a juntar los tacos y me daba en el costado en vez.

Y Uds, qué hacen aquí?Preguntó uno de ellos a los zapatitos.

Nosotros queremos aprender a bailar con la música del ejercito. Contestaron los zapatitos.

Bailar!!!? Gritó el zapato con cara de pocos amigos. Aquí nadie baila, señor! Aquí se corre,o se marcha o se está tieso, Eso es lo que se hace aquí.

Eso de bailar no es para soldados! Aquí son todos hombres de pelo en pecho.Sentenciaron un par de botas que no pudieron dejar de ponerse firmes. Como en sus tiempos mozos.

Y Uds. Quieren meterse al ejercito? Para bailar? Ja ja ja Rieron todos en coro.

Como las niñas del ballet.Aclaró el zapatito izquierdo.

Nueva carcajada.

Uno de ellos comenzó a cantar imitando una voz femenina,haciendo mofas de las intenciones de los zapatitos.

La música en los oídos

En la boca la canción

Yo me suelto los cordones

Y mira que vueltas doy

“Miren que tiempos terminó diciendo, ahora hasta las bailarinas se quieren meter al ejercito.”

“ Ja ja ja,” Rieron bromistas el resto de los pensionados.

A esas alturas de la conversación, los zapatitos habían comprendido que no era allí, en el ejercito, en donde tenían que encontrar un oficio.

“Nosotros nos tenemos que ir” dijeron los zapatitos y empezaron a bajar de la caja.

“Oh, No, no se vayan..que vamos a hacer sin Uds. encantos!” Rogó uno de los pensionados.

“By by amore!” Les gritó otro.

“Vuelvan pronto a bailar para nosotras” Rieron un par de viejos, moviendo sus traseros.

Y así, en medio de las bromas de las viejas botas de soldado fué que los zapatitos emprendieron la retirada.

Se había hecho la noche y los zapatitos pensaron esperar hasta el día siguiente para emprender el regreso. Se escondieron debajo de un camión verde, que estaba aparcado al lado de un tanque también verde. Una gran red verde esta bien doblada sobre el suelo y allí se tendieron a esperar la salida del sol..

No pasó mucho tiempo ante que los dos hermanos se durmieran profundamente. Había sido un largo día y estaban muy pero muy cansados.

LA GUERRA

Aún estaba oscuro,cuando el sonar de una trompeta los despertó.

Tatatata!

Qué fué eso? Preguntaron los zapatitos.

Y antes que se pudieran imaginar una respuesta,saltaron aire aterrorizados por el grito de un soldado;

AARRRIBA todo mundo...Flojos de mierda! Arriba a gozar de una fresca ducha de agua helada. Ante que cuente hasta tres, los quiero ver cuadrados aquí para empezar los ejercicios, ENTENDIDDDOOOO!? Y ya va uno. gritó.echando vapor blanco por la boca como un dragón enojado, en esa temprana mañana.de otoño.

Decenas de soldados, aparecieron corriendo como un grupo de caballos desbocados desde todos los galpones.Algunos aún mojados, otros a medio vestir, pero antes que el soldado,terminara de contar hasta tres estaban ya alineados, y firmes con el pecho en alto, muy serios, con la mira al frente.

Un soldado más fino que los anteriores y con mejor uniforme se presentó ante los soldados.

Buenos días, compañia!

Buenos días mi capitán,gritaron todos en coro,como en la escuela de ballet,pero más feo.

El capitán tenia una cara más seria que los soldados cuando les dijo. “Hoy no vamos a tener ejercicios...Ha llegado una orden del comando mayor....Hizo una pausa..carraspeo..miró a toda la linea de soldados que seguían serios y estirados, y continuó. Nos han ordenado movilización..

Qué es movilización, preguntó el zapatito izquierdo a su hermano..Algo de moverse, creo yo, respondió el derecho.

Como cuando se baila?

Algo así...contesto el derecho.

A lo mejor!

Al poco tiempo llegaron unos camiones y los soldados, en fila, saltaron en ellos,entre gritos de “viva la Patria y huraaa”!

Los zapatitos negros no tardaron un segundo en decidirse y también saltaron sobre los camiones.

Todos estaban contentos y ruidosos!

Nosotros también nos queremos mover, gritaron, cuando los camiones se pusieron en marcha mientras una banda de músicos lanzaba unas melodías al aire.

Los soldados empezaron a cantar y esto hizo que los zapatitos se convencieran aún más que la decisión de movilizarse junto con los soldados era la correcta..

LA( otra cara de) La GUERRA

Felices los zapatitos negros miraban expectantes el camino desde su ubicación en uno de los camiones… iban pensando en todo lo que aprenderían en esa “movilización” y luego volverían a contarle a sus botas amigas Mar… Ina que ya habían aprendido un oficio y tal vez serían aceptados por un dueño, aunque no fuera una de las niñas de la escuela de ballet … Cómo habrían deseado los zapatitos!.Total un dueño es un dueño y un oficio, un oficio.

Pasaron muchas horas… y el camino se hacía interminable, polvoriento… los zapatitos sudorosos y cansados solo pensaban en llegar pronto para iniciar su aprendizaje.

De pronto,un ruido terrible se sintió llenar el aire, El camión saltó de la ruta y se volcó muchas veces como haciendo volteretas .. Los soldados volaron los uno contra los otros y también los zapatitos.

Humo y tierra. Llantos y quejidos.

El zapatito derecho trató de abrir sus ojos de metal, pero una sopa espesa le bañaba la cara. Era roja y caliente. Se limpió los ojos una vez más y miró a su entorno.Unos soldados se arrastraban fuera del camión, otros corrían de un lado para otro tratando de ayudar a los soldados que estaban tirados entre las ruinas con los ojos clavados en el cielo. A su lado un zapato grande y también mojado de rojo se tiraba de los cordones tratando de soltarse de su dueño. -Ayudame! le gritó con voz desesperada. El zapatito derecho no titubeó un segundo y se puso a tirarlo de la zuela.. Listo! Felizmente estaba libre.

-Vamos, saltemos , le gritó el zapato grande, y lo empujó fuera del camión. Al mismo tiempo que otra explosión los lanzó por los aires.

Qué fué eso,? Preguntó al zapato grande, pero este no le pudo contestar. Totalmente destrozado estaba tirado al lado del camino.. Un grito se le atravesó en su garganta llena de polvo.Y se quedó tieso.Ni una lágrima, ni un ruido, ni un suspiro. Sólo tieso, con sus ojos clavados sobre los restos del zapato grande.

Poco a poco, desde el fondo de sus suelas de cuero duro, saltó un nombre que lo devolvió de un solo golpe, a la realidad. Izquierdo! Mi hermano izquierdo!

Miró entre las ruinas,a lo largo del camino, entre los escombros del camión, tras de las piedras,.debajo de unas cajas y unas ruedas quemadas, pero no lo pudo encontrar.Lo llamó mil veces, pero nada.

Sus gritos se perdieron en el horizonte, mientras el sol le daba paso a las sombras .

A la mañana siguiente, pensó que a lo mejor uno de los camiones que habían venido en ayuda, lo habrían llevado a la Movilización y que allí lo estaría esperando. Sin pensarlo dos veces se puso en marcha en la misma dirección que los soldados seguían antes de la explosión.

Así pasaron varios días.

Muerto de cansancio se dejó caer, una tarde, bajo la sombra de un árbol, mientras de sus ojos polvorientos caían unas lágrimas saladas y calientes. Allí lloró largo tiempo y sólo el sueño pudo detener su dolor.

Una lluvia fresca cayó sobre su cuero seco, y unas risas cristalinas rondaron sobre sus oídos como mariposas. Abrió sus ojos y sonrió. Allí estaba su hermano izquierdo con la manguera de agua apuntándole. Las niñas de la escuela de danza bailaban a su lado mientras cantaban.

Apunta.

Dispara

Te vas a quedar mojado!

Hermano!! Gritó y se alzó para abrazarlo. Pero el zapatito izquierdo, volvió la espalda y comenzó a correr.

Izquierdo! Espera! Lo llamó corriendo tras de él.

Mientras las risas de las niñas de la escuela, se hacían menos cantarinas .

Ha ha ha..Qué es lo que encuentro aquí!

Si esto no es un milagro, no sé lo que es.

El zapatito derecho se despertó sobresaltado. Delante de él un hombre flaco y barbudo lo miraba admirado desde lo alto de su montura.-Un zapato casi nuevo en medio de este desierto! Continuó.Como si me lo hubieran mandado del cielo!.

Diciendo esto se bajó de su burro y se acerco al zapatito que entonces pudo notar que ese señor sólo tenia una pierna de verdad, la otra era solo un pedazo de madera.

El hombre flaco y alto, cogió el zapatito y exclamó. Precisamente lo que me faltaba!

AuH!Se quejó el zapatito. Cerró sus ojos negros y esperó mientras los clavos de su zuela tiritaban de susto.

El pie del señor era mucho más grande que él.!

Pero no sucedió nada!

El hombre abrió un saco que colgaba de la montura del burro y sacó al aire un muñeco de madera "idéntico a él ".Con la misma barba, la misma ropa y la misma pata de madera..Mira Pinocho, lo que he encontrado para tí! le dijo al muñeco.

Y a gran sorpresa del zapatito negro, el muñeco movió la cabeza, clavó su mirada de madera sobre él y gritó" Waw! Un zapato!

Y es para tí! Sonrió el hombre de la pata de palo.

Dicho esto, tomó al zapatito y lo amarró al pié del muñeco.

Qué tal? Preguntó

Perfecto!.Gritó el muñeco con una voz medio rara.

"Ahora vamos ver si puedes bailar".Dijo el hombre y comenzó a soplar en una caja que se puso en la boca de donde saltaron al aire, unas melodías, que llegarón al corazón de cuero del zapatito.

El hombre cogió los hilos del muñeco, y este empezó a saltar y dar piruetas al compaz de la melodía...

Estoy aprendiendo un oficio" Pensó, el zapatito negro, y por un momento olvidó la pena de no tener a su hermano consigo.....

Continuará?

Hay historias que no terminan...Si un día encuentro al hermano, que perdí hace tanto tiempo, a lo mejor él me va a contar su historia y juntos terminaremos esta.

Para Pancho.

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torsdag den 26. marts 2009

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La historia de los zapatitos feos

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Transitar es moverse de un lado para otro

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